XI
CONGRESSO INTERNACIONAL DE AT
Sao
Paulo, 2017.
Presentacion
del eje 4. AT Y CONTEMPORANEIDAD
Si el
acompañamiento implica una presencia (…) es una presencia que implica y
compromete. (…) cuando se acompaña a una persona, generalmente es en un
contexto de desamparo. Es asistir a un semejante ahí donde el nivel de
angustia, de soledad, de abandono y maltrato y también de goce, se ha
incrementado y lo pone en riesgo. El acompañante entonces habrá de funcionar de
borde ahí donde los propios contornos se encuentran lesionados y perforados.
Ahí donde el presente se vuelve tan agobiante y donde de pronto pasado,
presente y futuro se confunden en la inmediatez
Marco A. Macías López
El concepto de contemporaneidad me parece
al menos problemático en si mismo. O al menos tan efímero y condenado a la caducidad como el concepto
de “presente”. Vagamente remite a aquello que compartiríamos quienes estamos
vivos en este momento. Un cumulo de experiencias, hechos, factores,
características , situaciones y sus interpretaciones y sus narraciones, de una
misma época: la época actual. Por cierto, la única que existe.
Recuerdo mi asombro de niño cuando
escuche (o lei) por primera vez la clasificación de la Historia en sus etapas:
Prehistoria, edad antigua, edad media , edad moderna y edad contemporánea y
resultaba que la edad contemporánea comenzaba con la revolución francesa en
1789….
Como podía ser posible que se considerara
contemporánea lo que había sucedido casi 200 años antes? Que podían tener que
ver con la vida de un niño en 1980 los personajes de 1800, las imágenes de los
héroes de la independencia, la vida cotidiana del siglo xix o incluso las fotos
de la primera guerra mundial? Sin duda que me resultaba extraña esa idea. Pero
por algo los historiadores llamaban contemporánea a una época tan extensa y con
tantos cambios (y eso que aun no había llegado internet).
A que consideramos contemporáneo?
Mi suegro, Rodolfo, cuando habla de sus
coetáneos, dice “los que viajamos en el mismo ascensor”; simpática metáfora que
condensa la pertenencia a una misma generación que va experimentando más o
menos al mismo tiempo, los avatares de las etapas vitales (niñez, escolaridad,
etapas familiares, vejez, muerte) con ciertos códigos simbolico-culturales
compartidos: los contenidos y la modalidad de la educación escolar, referencias de la literatura, la tv, la
radio, el cine, las series…, tecnologías, moda, eventos histórico-sociales.
Los que podemos responder a ciertas
preguntas de cada generación. Por ejemplo:
(¿Qué estabas haciendo cuándo?… Fidel y
el Che entraron a La Habana,
cuando mataron a Kennedy,
cuando el hombre llego a la luna,
cuando murió Perón,
cuando el golpe de estado,
cuando Argentina ganó el mundial de fútbol,
cuando mataron a Lennon,
cuando recuperamos la democracia,
cuando Michael Jackson sacó Thriller,
cuando Argentina gano el 2do mundial de
futbol,
cuando aparecieron los Red Hot Chilli
Peppers,
cuando el atentado a las torres gemelas,…
Ese entrecruzamiento de la época vivida,
con la etapa vital singular y los hechos históricos culturales sociales, genera
un modo particular, códigos compartidos en una generación en un lugar dado
(tiempo y espacio) .
Los que viajamos en el mismo ascensor...
Joan Manuel Serrat dice que “No hay otro tiempo que el que nos ha tocao..”,
remarcando en pocas palabras el necesario compromiso con la época en la que nos
tocó nacer, vivir y morir.
No hay otro tiempo.
Entonces la contemporaneidad no sería
solo la época. Es la época presente. Los hechos, los determinantes, la
coyuntura política social y económica. La particularidad en cada lugar, en cada
país, en cada ciudad.
Pero también el modo de vivirla, pensarla
y actuarla de cada una de las generaciones que comparten nuestro tiempo: cada
colectivo, cada sujeto de los que compartimos este tiempo en este lugar.
Vivos.
De cuerpo presente.
¿Es el AT una creación contemporánea? ¿Si?
¿No?
Es actual y es joven en comparación con
otras profesiones… ¡pero pronto cumplirá 50 años!
En este congreso podemos ver, organizando
y participando, una 3ra (o cuarta generación) de ats, con todo el impulso y la
fuerza iconoclasta de la juventud. Nuevas ideas, mastican, asimilan, elaboran,
escupen, vomitan, las ideas esbozadas 10 o 20 años atrás, para crear nuevas
ideas a partir de nuevas experiencias. Se siente el rumor del rio crecido, que
inundará los márgenes y removerá el piso, vivificando el paisaje y cambiándolo.
Cuando yo empecé a hacer acompañamientos
casi no había teléfonos celulares y en las reuniones de equipo discutíamos si
había que darle el numero de teléfono de nuestra casa al paciente. Los
encuentros se acordaban una semana antes y no había comunicación entre
encuentros con los acompañados. Hoy los acompañantes reciben cotidianamente
llamados, mensajes de whatsapp, pedidos de ayuda desesperados a cualquier hora
del dia y aunque estén de vacaciones a 5000 km
de distancia.
Viene a mi memoria una viñeta de Mafalda
(gracias Quino siempre), que muestra anticipadamente como siempre hacen los
artistas, lo que sucedería décadas después. Y el impacto en las subjetividades
pre digitales de lo que los nativos digitales procesan de otra manera:
Contemporaneidad del AT – AT y contemporaneidad
Corporeidad del AT en la época actual
El tiempo que estamos de cuerpo presentes en el mundo.
Es habitual que busquemos referencias en el pasado para intentar explicar lo que sucede hoy. Eso puede ayudar, pero también puede obturar.
Se dice que hay antecedentes de roles y funciones comparables al at en otras épocas.
Seguramente.
Pero algo de la contemporaneidad
posterior a 1965 en Latinoamérica debe tener que ver con que los at estemos y
sigamos trabajando aun hoy en nuestras sociedades, con nuestros acompañados.
Veo en el programa y he escuchado ayer y
he leído algunos trabajos de este congreso temáticas actuales, algunas
entrecruzadas por vez primera en el acompañamiento, o en estos congresos.
Temáticas vigentes (aunque no sean nuevas) temáticas urgentes, que dan cuenta
de los at poniendo el cuerpo (y la mente, y el afecto) a las necesidades y
deseos de nuestros acompañados. Hoy. día a día. En la vida cotidiana. En las
calles.
Profesionalización, formación, ética,
técnica, transferencia, redes…
Pero también migraciones, performance
art, diversidad sexual, genero, sexualidades, flujo de la clínica, impasses,
adolescencias, racismo…
Lo contemporáneo nos tiene implicados y
como acompañantes, como profesionales o practicantes en el campo de la salud y
en el campo social, hoy nuestra practica no se piensa sin una fuerte referencia
al enfoque de derechos humanos y a una perspectiva de genero. Como practica
intersubjetiva la restitución de derechos no es ajena a nuestra intervención,
sin olvidar el anclaje clínico que nos da fundamento.
Así como, en Argentina, las nuevas
encrucijadas y luchas que se actualizan con los vaivenes de la realidad
política, social y económica, así como los desafíos que implica nuestro
caótico, fragmentario y espasmódico proceso de legitimación profesional,
inserción laboral y oficialización de una formación de grado o pre grado en
acompañamiento terapéutico.
Pablo Dragotto
Noviembre de 2017