sábado, 2 de octubre de 2021

AT y contemporaneidad

 

XI CONGRESSO INTERNACIONAL DE AT

Sao Paulo, 2017.

Presentacion del eje 4. AT Y CONTEMPORANEIDAD

 

Si el acompañamiento implica una presencia (…) es una presencia que implica y compromete. (…) cuando se acompaña a una persona, generalmente es en un contexto de desamparo. Es asistir a un semejante ahí donde el nivel de angustia, de soledad, de abandono y maltrato y también de goce, se ha incrementado y lo pone en riesgo. El acompañante entonces habrá de funcionar de borde ahí donde los propios contornos se encuentran lesionados y perforados. Ahí donde el presente se vuelve tan agobiante y donde de pronto pasado, presente y futuro se confunden en la inmediatez

 Marco A. Macías López

  

El concepto de contemporaneidad me parece al menos problemático en si mismo. O al menos tan efímero  y condenado a la caducidad como el concepto de “presente”. Vagamente remite a aquello que compartiríamos quienes estamos vivos en este momento. Un cumulo de experiencias, hechos, factores, características , situaciones y sus interpretaciones y sus narraciones, de una misma época: la época actual. Por cierto, la única que existe.

Recuerdo mi asombro de niño cuando escuche (o lei) por primera vez la clasificación de la Historia en sus etapas: Prehistoria, edad antigua, edad media , edad moderna y edad contemporánea y resultaba que la edad contemporánea comenzaba con la revolución francesa en 1789….

Como podía ser posible que se considerara contemporánea lo que había sucedido casi 200 años antes? Que podían tener que ver con la vida de un niño en 1980 los personajes de 1800, las imágenes de los héroes de la independencia, la vida cotidiana del siglo xix o incluso las fotos de la primera guerra mundial? Sin duda que me resultaba extraña esa idea. Pero por algo los historiadores llamaban contemporánea a una época tan extensa y con tantos cambios (y eso que aun no había llegado internet).

A que consideramos contemporáneo?

Mi suegro, Rodolfo, cuando habla de sus coetáneos, dice “los que viajamos en el mismo ascensor”; simpática metáfora que condensa la pertenencia a una misma generación que va experimentando más o menos al mismo tiempo, los avatares de las etapas vitales (niñez, escolaridad, etapas familiares, vejez, muerte) con ciertos códigos simbolico-culturales compartidos: los contenidos y la modalidad de la educación escolar,  referencias de la literatura, la tv, la radio, el cine, las series…, tecnologías, moda, eventos histórico-sociales.

Los que podemos responder a ciertas preguntas de cada generación. Por ejemplo:

(¿Qué estabas haciendo cuándo?… Fidel y el Che entraron a La Habana,

cuando mataron a Kennedy,

cuando el hombre llego a la luna,

cuando murió Perón,

cuando el golpe de estado,

cuando Argentina ganó el mundial de fútbol,

cuando mataron a Lennon,

cuando recuperamos la democracia,

cuando Michael Jackson sacó Thriller,

cuando Argentina gano el 2do mundial de futbol,

cuando aparecieron los Red Hot Chilli Peppers,

cuando el atentado a las torres gemelas,…

 

Ese entrecruzamiento de la época vivida, con la etapa vital singular y los hechos históricos culturales sociales, genera un modo particular, códigos compartidos en una generación en un lugar dado (tiempo y espacio) .

 

Los que viajamos en el mismo ascensor...

 

Joan Manuel Serrat dice que “No hay otro tiempo que el que nos ha tocao..”, remarcando en pocas palabras el necesario compromiso con la época en la que nos tocó nacer, vivir y morir.

No hay otro tiempo.

 

Entonces la contemporaneidad no sería solo la época. Es la época presente. Los hechos, los determinantes, la coyuntura política social y económica. La particularidad en cada lugar, en cada país, en cada ciudad.

Pero también el modo de vivirla, pensarla y actuarla de cada una de las generaciones que comparten nuestro tiempo: cada colectivo, cada sujeto de los que compartimos este tiempo en este lugar.

Vivos.

De cuerpo presente.

 

¿Es el AT una creación contemporánea? ¿Si? ¿No?

Es actual y es joven en comparación con otras profesiones… ¡pero pronto cumplirá 50 años!

En este congreso podemos ver, organizando y participando, una 3ra (o cuarta generación) de ats, con todo el impulso y la fuerza iconoclasta de la juventud. Nuevas ideas, mastican, asimilan, elaboran, escupen, vomitan, las ideas esbozadas 10 o 20 años atrás, para crear nuevas ideas a partir de nuevas experiencias. Se siente el rumor del rio crecido, que inundará los márgenes y removerá el piso, vivificando el paisaje y cambiándolo.

Cuando yo empecé a hacer acompañamientos casi no había teléfonos celulares y en las reuniones de equipo discutíamos si había que darle el numero de teléfono de nuestra casa al paciente. Los encuentros se acordaban una semana antes y no había comunicación entre encuentros con los acompañados. Hoy los acompañantes reciben cotidianamente llamados, mensajes de whatsapp, pedidos de ayuda desesperados a cualquier hora del dia y aunque estén de vacaciones a 5000 km  de distancia.

 

Viene a mi memoria una viñeta de Mafalda (gracias Quino siempre), que muestra anticipadamente como siempre hacen los artistas, lo que sucedería décadas después. Y el impacto en las subjetividades pre digitales de lo que los nativos digitales procesan de otra manera:



 

Contemporaneidad del AT – AT y contemporaneidad

Corporeidad del AT en la época actual

El tiempo que estamos de cuerpo presentes en el mundo.

Es habitual que busquemos referencias en el pasado para intentar explicar lo que sucede hoy. Eso puede ayudar, pero también puede obturar.

Se dice que hay antecedentes de roles y funciones comparables al at en otras épocas.

Seguramente.

Pero algo de la contemporaneidad posterior a 1965 en Latinoamérica debe tener que ver con que los at estemos y sigamos trabajando aun hoy en nuestras sociedades, con nuestros acompañados.

 

Veo en el programa y he escuchado ayer y he leído algunos trabajos de este congreso temáticas actuales, algunas entrecruzadas por vez primera en el acompañamiento, o en estos congresos. Temáticas vigentes (aunque no sean nuevas) temáticas urgentes, que dan cuenta de los at poniendo el cuerpo (y la mente, y el afecto) a las necesidades y deseos de nuestros acompañados. Hoy. día a día. En la vida cotidiana. En las calles.

Profesionalización, formación, ética, técnica, transferencia, redes…

Pero también migraciones, performance art, diversidad sexual, genero, sexualidades, flujo de la clínica, impasses, adolescencias, racismo…

 

 

Lo contemporáneo nos tiene implicados y como acompañantes, como profesionales o practicantes en el campo de la salud y en el campo social, hoy nuestra practica no se piensa sin una fuerte referencia al enfoque de derechos humanos y a una perspectiva de genero. Como practica intersubjetiva la restitución de derechos no es ajena a nuestra intervención, sin olvidar el anclaje clínico que nos da fundamento.

 

Así como, en Argentina, las nuevas encrucijadas y luchas que se actualizan con los vaivenes de la realidad política, social y económica, así como los desafíos que implica nuestro caótico, fragmentario y espasmódico proceso de legitimación profesional, inserción laboral y oficialización de una formación de grado o pre grado en acompañamiento terapéutico.

 

Pablo Dragotto

Noviembre de 2017